El posicionamiento de nuestra página web en internet, depende de un complejo y en constante cambio, algoritmo de Google. Para entenderlo mejor, vamos a hablar sobre uno de estos parámetros, creados para procesar mejor las querys (distintos términos o conceptos que escribimos en Google para realizar búsquedas) de cada usuario, el llamado RankBrain.
¿Qué consigue RankBrain?
Google es complejo, inteligente y sumamente desarrollado, pero no debemos olvidar que sigue siendo una máquina. Por muy elevada que sea la complejidad que compone a Google, nuestro lenguaje lo es infinitamente más. RankBrain tiene la función de entender y dar un significado lógico a todo aquello que buscamos.
Nuestras búsquedas están supeditadas a nuestro lenguaje, si Google domina esta faceta conseguirá humanizar su funcionamiento, arrojando resultados altamente perfeccionados. Pero esto no es nada sencillo, nuestro lenguaje no es estático ni preciso en todas sus vertientes, se bifurca hacia expresiones coloquiales, conectores y muletillas y erratas en la escritura, entre otras.
Google aprende, se perfecciona y humaniza a diario. RankBrain es el modo de interpretar sus búsquedas. Si buscamos “la mejor marca de zapatillas de deporte” o “mejor marca de zapatillas de deporte” o “mejores creadores de zapatillas de deporte”, los resultados que arroje deben de ser iguales o similares, ya que aunque las búsquedas estén formuladas de diferente forma, la intención o resultado que se busca es el mismo. Esta es la función de RankBrain, identificar y englobar a nivel morfológico y sintáctico nuestras búsquedas, entendiendo mejor el lenguaje y por lo tanto perfeccionando los resultados.
Presencia de RankBrain
RankBrain no es un algoritmo que podamos trabajar a fondo u optimizar para él, no nos puede penalizar y en definitiva, no es, necesariamente, un factor de posicionamiento. Es un factor de experiencia de usuario, y podemos verlo en acción en la totalidad de las búsquedas que realizamos hoy en día.
Para entenderlo mejor, vamos a ver cómo funciona en un sencillo ejemplo que todos podemos probar en nuestro ordenador. Aprovechando que estamos en mitad de la Copa del Mundo de Rusia, vamos a realizar la siguiente búsqueda en Google: “Horarios Mundial”. Los resultados que encontramos son solamente sobre los horarios de los distintos partidos del mundial, estando en primer lugar un cuadro en el que se expone de forma visual este horario.
Se entiende, sin realizar un análisis semántico, que los resultados que busca obtener el usuario son sobre los horarios del mundial, distinguiendo cualquier otra opción, a pesar de que en la búsqueda no se precise que información quiere.